Datos curiosos sobre las cebras, los herbívoros en blanco y negro

Hoy os traemos datos curiosos sobre las cebras, estos bellos animales que a buen seguro podréis observar durante el mejor safari fotográfico en Masai Mara (Kenia).

¿Son negras con rayas blancas o blancas con rayas negras?

¿Fue antes el huevo o la gallina? Sí, ya sabemos que esta pregunta tiene truco. Pero en el caso de las cebras, la respuesta es clara: son negras con rayas blancas. En efecto, se ha comprobado que los embriones son negros y van desarrollando las rayas blancas durante la gestación. Cuando nacen, las cebras tienen un patrón de rayas único: ¡no hay dos iguales! Sería algo similar a lo que sucede con nuestras huellas dactilares. De hecho, son capaces de reconocerse entre ellas por su patrón de rayas.

Las rayas de las cebras responden a la necesidad evolutiva de mimetizarse con el entorno para esconderse de sus depredadores. Si estás pensando en que una cebra de un metro y medio de alto y 200 kilos no puede pasar inadvertida por mucho que se esconda entre los arbustos de la sabana, recuerda que los leones (sus principales depredadores) son daltónicos y no pueden diferenciar los colores. Por este motivo, las rayas constituyen un buen método de camuflaje entre la maleza. Por suerte los humanos sí que podemos diferenciar los colores, así que no te será difícil avistar a estos bellos cuadrúpedos durante tu mejor safari fotográfico en Masai Mara.

¿Por qué se llaman cebras?

La palabra cebra (y su variante zebra) procede de la Península Ibérica. En concreto, fueron los navegantes portugueses quienes lo llevaron a África durante sus viajes de exploración. Se cuenta que las simpáticas cebras les recordaban a los encebros o zebros, una especie de asno salvaje que habitaba en la Península durante la época medieval.

Una gran agudeza visual… y de todos los sentidos

Estos parientes lejanos de los caballos y los asnos no solo tienen una agudísima visión que les permite ver a largas distancias. También son capaces de ver muy bien en la oscuridad, y se cree que, a diferencia de otros animales, ven en color. Además, tanto su olfato como su oído están muy desarrollados.

Duermen de pie y corren en zigzag

Las cebras tienen unas patas muy poderosas. No solo las utilizan para defenderse a coces de sus depredadores, sino que incluso duermen de pie. Además, pueden alcanzar los 65 kilómetros por hora, y son capaces de describir trayectorias en zigzag para despistar a los depredadores.

Podríamos seguir hablando de estos fascinantes animales durante horas, pero nada es comparable a poder admirarlos en su hábitat natural. Por eso, si eres un apasionado de la naturaleza no te pierdas el mejor safari fotográfico en Masai Mara. ¡Es sin duda una experiencia inolvidable!