La gran migración
Un viaje circular de 500 km. desde el sur del Parque Nacional del Serengeti hasta el extremo norte de la Reserva Nacional de Masai Mara, la Gran Migración es probablemente el espectáculo más grande de África y uno de los fenómenos naturales más excepcionales de vida salvaje. La inmensidad del acontecimiento es sobrecogedora: Cifras tan enormes que son difíciles de visualizar. Entre los emigrantes: 1.400.000 ñus, 360.000 gacelas de Thompson, 200.000 cebras, 12.000 elands… y otros.
Se agrupan con las siempre abundantes poblaciones de especies residentes, entre ellos 95.000 topis, 76.000 impalas, 46.000 búfalos, 26.000 gacelas de Grant, 14.000 alcéfalos, 9.000 jirafas, 6.000 jabalís, 2.000 cobos acuáticos… y también una hambrienta constelación de depredadores – la mayoría leones y hienas –siguen a los herbívoros a lo largo de su ruta migratoria. Cazar no es estrictamente necesario: muchos animales caerán por la fatiga del viaje haciendo fácil la labor de los carnívoros. Leones y hienas no son los únicos, ya que guepardos, leopardos, perros salvajes, chacales y otros carroñeros aguardan impacientes.
El cruce de la migración en el rio Mara
Para ser precisos, la migración no tiene principio ni final, es circular, y la peregrinación empieza una y otra vez. Los animales continuarán la ruta en el sentido del reloj año tras año, siguiendo las lluvias. Desde finales de enero hasta mediados de marzo, nacen varios cientos de miles de crías de ñus, aunque muchos de ellos serán rápidamente cazados por hienas, chacales y otros depredadores.
A pesar del desorden que produce el Cambio Climático, puede decirse que la Gran Migración empieza en Abril cuando los animales parten de la llanura sur del Serengeti, seca e improductiva. Las manadas comienzan el viaje, siguiendo la dirección Noroeste, hacia el Western Corridor (cerca del lago Victoria), donde encontrarán hierba fresca y alta. La integración entre los compañeros de migración es un hecho. Por un lado cada especie consume diferentes partes del tallo de la hierba; por otro, su elevado número de individuos produce una mayor seguridad, ya que ofrecen más y diluidos objetivos para los depredadores.
A finales de mayo las manadas se trasladan a las llanuras y tierras boscosas del norte del Serengeti. Tras agotar los pastos ricos en minerales, la manada continua hacia el Masai Mara, normalmente entre la última semana de junio y la primera de julio. La ruta migratoria es interceptada una y otra vez por ríos que desembocan al lago Victoria (Mara, Grumeti, Mbalangeti) y sus afluentes.
Los ríos son temidos por los ñus y sus coemigrantes, no sólo por los empinados márgenes y caudalosos torrentes, sino también por las poblaciones de cocodrilos que les esperan. Así sucede en Julio, cuando los animales cruzan el río Mara y su afluente, el Talek.
Desde final de julio hasta los primeros días de octubre, los animales que lograron superar el estresante cruce del río pueden pacer tranquilamente en las llanuras herbáceas del Masai Mara, aunque su paz es repetidamente interrumpida por los incansables depredadores: leones, guepardos (que sólo predan sobre las crías), y hienas. Desde mediados a final de Octubre las lluvias se trasladan del Mara hacia el Serengeti, y la migración realiza la ruta inversamente, dirigiéndose a las llanuras del sur del Serengeti de nuevo, donde los ñus pacerán, darán luz a una nueva generación de crías, y esperarán hasta iniciar de nuevo el ciclo.
La gran migración en Masai Mara
