Una carta para Enkewa
Una vez leí en un libro unas palabras que quedaron grabadas en mi mente, y que hoy he ido a buscar para empezar a escribir esta nota, esperando que queráis publicarla en vuestro blog:
“África golpea en mi alma tanto que no sé muy bien cómo poner fin a este libro. Nunca puede darse por cerrado un libro de viajes, y cuando has regresado al hogar, tu corazón no termina de acostumbrarse a la rutina de todos los días”
Javier Reverter, Vagabundo en África
Quizá aquellos que hayamos pasado por algún país de África, hayamos conocido parte de sus culturas, sus tradiciones, sus maravillosos paisajes, hayamos disfrutado de sus puestas de sol, de sus llanuras, de sus cielos estrellados, de sus olores, de su fauna… quizá sólo los que hemos tenido la gran oportunidad de vivirlo, podemos entender de corazón las palabras que Javier Reverter escogió para abrir su epílogo.
Vistas sobre Masai Mara
En ocasiones mis amigos me han pedido escribir sobre África y sobre las emociones que uno puede llegar a sentir, principalmente después de cada viaje, cuando nuevamente el brillo de mis ojos decía más que mis propias palabras. Siempre he contestado lo mismo, “África no se puede explicar, se tiene que vivir, y lo único que os puedo garantizar, es que no os va a dejar indiferentes”
Pero siempre llega un momento, el momento en que crees que ha llegado la hora de compartirlo, y ese momento ha llegado después de mi paso por Enkewa, después de conocer a su gente, compartir sus momentos, disfrutar su día a día, vivir sus emociones, después de sentirte parte de una gran familia…
He tenido la oportunidad de tener muy buenos safaris en varios países del sud y este africano, pero puedo decir que nunca antes los había vivido como he podido hacerlo con todo el equipo de Enkewa. Explicarlo es difícil, disfrutarlo, lo más fácil. Sentirte solo en la sabana con escenas realmente únicas, rastreadores masais que te sorprenden día a día por su conocimiento y habilidad sobre el terreno, inmensas llanuras enfrente de ti que te hacen sentir de lo más pequeño e insignificante, pero de lo más afortunado…Suena fácil decirlo, pero muy pocos lo hacen posible.
Puesta de sol en Enkewa
Por suerte, siempre nos quedan un montón de recuerdos guardados en el corazón, y cientos de fotografías para no olvidar ni un minuto, que nos ayudan a tener siempre grabadas las imágenes de cada safari, de cada león, de cada leopardo, de cada guepardo, de cada elefante y de un largo etcétera, de cada rincón de sabana por el que hemos pasado, donde nos hemos reído, donde hemos disfrutado de un desayuno, de esa comida debajo de un árbol intencionadamente seleccionado, de cada punto del rio por donde hemos cruzado, de cada mirador donde hemos parado, de cada escena que hemos encontrado y sobretodo, de todos aquellos que han convertido esta experiencia en algo imposible de borrar.
Llegué a Enkewa como cliente y me he ido dejando atrás, en este pequeño rincón del Masai Mara, una gran cantidad de amigos. Nunca podré agradeceros que hayáis conseguido algo tan especial y que lo estéis compartiendo con todos nosotros.
Ashe Oleng Enkewa Mara Camp
